En el traje tradicional gallego nos encontramos con
diferentes y muy variados elementos. Uno de ellos son la “figas”, sepamos un
poco más de ellas:
“Este elemento protector consiste en una mano cerrada que
enseña el pulgar entre el dedo índice y el corazón, fue común desde la Edad
Media hasta bien entrado en S.XIX. Solía hacerse en azabache, por ser esta una piedra con propiedades
reflectoras, que al ser observada por personas que intentaban echar el mal de
ojo, tener envidias, etc., rechazaba ese mal.
Fue uno de los amuletos que más se utilizó y todavía se usa
en la aldeas en Galicia (fue también adorno de reyes y nobles). Su origen no
está claro y aunque se encontraron en el Museo de Pontevedra algunas con
simbología celta, como son las medias lunas, la representación de astros,
espirales, y otras, la encontramos así mismo en la cultura afroamericana de
algún país de Sudamérica. Lo que sí podemos asegurar es que en la ciudad de
Santiago de Compostela fue uno de los objetos de más salida para los azabacheros,
que las hacían destinadas a los peregrinos, que las adquirían como protección,
dando muestra una vez más, al igual que sucede en Sudamérica, de la influencia
de los símbolos paganos dentro de la religión católica. Así, podemos encontrar
“figas” hechas en piedra en algunas iglesias de Galicia (en las torres de la
parroquia de Verín y en la de Santa Mª Madre de Chaves, hay gravados de piedra
con la inscripción: “A las malas lenguas estas figas”.
No siempre la Iglesia miró con buenos ojos el uso de “figas”
ni las creencias supersticiosas en torno a ellas. En el año 1633 el cura de
Núremberg en su oculta filosofía de la
simpatía y antipatía de las cosas dice: la “figa” es de origen tan
supersticioso, idólatra y abominable, que ni aún pensándolo puede llevarla
pecho religioso, si bien el azabache no deja de ser provechoso”.
Algo curioso, a la vez que hermoso. Es un elemento digno de
recuperar su pasado. Recordadlo, “de
sempre, pero distinto”
Saludos.
Fuente: O saber do pobo: Enciclopedia do traxe, danza e música tradicionais. Calixto Albán Laxe y Ramón Trigo Alonso. Edicións Xerais de Galicia. 2008.